Su director, Luis Mata, muestra la satisfacción por estos datos, a pesar del parón que supuso la pandemia de la covid-19.
El Museo Arqueológico de Fuerteventura celebra en estos días su tercer aniversario, desde la apertura el 21 de diciembre de 2020. Desde entonces, este singular espacio continúa con la misma filosofía de acercar a la población insular la cultura del pueblo majo.
Hasta la fecha ha sido visitado por casi 54.000 personas y ha conseguido importantes logros en el campo de la difusión y la investigación del pasado aborigen de Fuerteventura, con resultados que han sido determinantes, como las recientes campañas en el taller romano de púrpura del Islote de Lobos.
Su director, Luis Mata, se muestra «muy satisfecho» con estos primeros miles de visitantes, a pesar del parón que supuso la pandemia de la covid-19. Destaca el apoyo al proyecto por parte de Miguel Ángel Clavijo, en su primer mandato como director general de Patrimonio Cultural.
Diversas líneas de investigación
Las distintas campañas permitieron ampliar la investigación hacia el sur del yacimiento Lobos I y detectar posibles nuevas zonas de interés arqueológico en el área de Playa de la Calera. Desde su apertura, el Museo Arqueológico de Fuerteventura (MAF) ha seguido otras líneas para el estudio, inventariado y registro de materiales arqueológicos. Los fondos del museo han servido de base, además, para estudios iniciados por diferentes instituciones de reconocido prestigio como la Universidad de la Laguna, Universidad de Las Palmas de Gran Canaria o el Museo Canario. En estos años se ha podido indagar en ámbitos como la violencia física de los majos, tejidos vegetales, la avifauna de la época aborigen y la colección de cerámicas que se custodia.
Otro de los esfuerzos del MAF fue enfocarse en la difusión de la cultura del pueblo majo, los aborígenes de Fuerteventura y Lanzarote. De esta manera, es importante el trabajo que se viene haciendo con los centros educativos de la isla y las actividades culturales en el seno del museo.
Dentro de estas tareas de difusión, destacan las exposiciones temporales que ha acogido el MAF en estos tres años, como ‘Betancuria. La fe en la Piedra’, exposiciones fotográficas de Carlos de Saa y Tarek Ode, y las que actualmente están exponiéndose y que pueden ser visitadas, como son ‘La búsqueda de las caras ancestrales’ de la artista Francesca Philips, así como la exposición ‘De vuelta a casa’ que rinde homenaje al técnico de patrimonio cultural Nacho Hernández. En la sala permanente puede visitarse ‘Fuerteventura Arqueológica’ y ‘Re(s)tos’, que nos acerca al mundo aborigen de Fuerteventura.
Los precursores del museo
En su tercer aniversario, el Museo Arqueológico de Fuerteventura dedica su ‘vitrina cero’ a dos de sus máximos precursores: Roldán Verdejo y Vicentito, vinculados a la historia del antecedente del museo actual, que es el pequeño Museo Arqueológico de Betancuria.
Roberto Roldán Verdejo dirigió las obras de restauración de la antigua casa (que hoy ocupa la zona administrativa del actual museo) y la primera museología que culminó en 1965. Por su parte, Vicente Ruiz Méndez fue nombrado guarda y vigilante del museo, una vez abierto al público. Fruto de las búsquedas de Vicente Ruiz (Vicentito) en jables, cuevas y barrancos, muchos materiales procedentes del pueblo majo ya no iban a parar a los museos de Gran Canaria o Tenerife, sino que se quedaban en este pequeño espacio de Betancuria.