José M. Arbelo, jefe de la unidad clínico–quirúrgica de parkinson y trastornos del movimiento en Hospitales Universitarios San Roque en La Palmas, nos habla de los últimos avances en las terapias.
El Parkinson es una enfermedad que aún no tiene cura, pero se ha mejorado notablemente su control, lo que permite a los pacientes mantener una alta calidad de vida. Esta conclusión se destacó en el reciente congreso nacional sobre Parkinson celebrado en Las Palmas de Gran Canaria, organizado por Hospitales Universitarios San Roque (HUSR) en colaboración con la Universidad Fernando Pessoa, al cual asistieron sesenta expertos de todo el país.
José M. Arbelo, jefe de la unidad clínico-quirúrgica de Parkinson y trastornos del movimiento en HUSR, señala que en los últimos años ha habido importantes avances en la investigación de esta enfermedad y en los tratamientos disponibles para mitigar sus síntomas. Especialmente, se ha producido un cambio significativo en la forma de administración de los medicamentos, lo que ha contribuido a mejorar el control de la enfermedad y reducir los efectos secundarios.
Actualmente, se pueden abordar terapias de infusión permanente y acceder a nuevas intervenciones quirúrgicas después de la administración de medicamentos orales en la etapa inicial, lo que ha experimentado avances tecnológicos significativos en los últimos casos. Esto ha permitido a muchos pacientes llevar una vida con un alto nivel de normalidad, mejorando su calidad de vida en gran medida.