El Parque Nacional de Timanfaya cumple sus primeros cincuenta años

Celebración del 50º aniversario del Parque Nacional de Timanfaya | Foto: Gobierno de Canarias

Celebración del 50º aniversario del Parque Nacional de Timanfaya | Foto: Gobierno de Canarias

Su director-conservador, Pascual Gil, señala que en estos años se ha generado una importante cantidad de conocimientos que ahora muestran al público en los actos programados.

El Parque Nacional de Timanfaya, en Lanzarote, cumple sus primeros cincuenta años de vida y lo hace con un amplio programa de actividades que, a lo largo de todo un año, mostrará al público el amplio volumen de información recopilada.

Su director-conservador, Pascual Gil, señala que el parque ha generado mucho conocimiento sobre los volcanes y la biodiversidad de la zona y, de lo que se trata ahora, es de ponerlo en valor a través de jornadas que abordan distintos aspectos, como la etnografía, geología, la arquitectura, los aspectos científicos, las especies y el uso del espacio público, entre otros. 

El reto de la conservación

Indica que el parque sigue atrayendo muchísimos visitantes, «quizás demasiados», lo que supone un importante esfuerzo para su conservación. Se trata, sobre todo, de evitar que los visitantes caminen por los campos de lava y las cenizas, que deben conservarse sin huellas personales, lo que da una impresión de un territorio «sin tocar». Señala que ha sido un gran trabajo por parte de los vigilantes. 

No obstante, en el caso de que se produzca algún desperfecto, el parque cuenta con una cuadrilla de restauración y mantenimiento que recupera los daños causados por aquellos que se han «colado» o bien se han llevado alguna piedra.

El uso de los drones en los parques naturales

Asimismo, el parque ha llevado a cabo un importante estudio de compatibilidad del uso de drones para la gestión con la conservación de la avifauna. Gil recuerda que en los parques nacionales está prohibido el vuelo de aeronaves, salvo por motivos de conservación, ya que afectan a la fauna. 

Sin embargo, la introducción del dron ha motivado su estudio en estos espacios, observando el comportamiento de las aves ante estos artefactos. Se trata de uno de los primeros estudios hechos en España en esta materia y, a partir de él, se ha creado una metodología de trabajo que permite usar estos aparatos, pero siempre insistiendo en que solo pueden utilizarse como instrumentos de gestión o de investigación, pero nunca con carácter recreativo.