Graciela Malgesini, directora de la iniciativa, señala la importancia del acompañamiento en la formación «porque el simple hecho de entregar un dispositivo no es suficiente».
El proyecto piloto Redlab Canarias e Inclusión Digital y Mejora de la Empleabilidad trabaja para facilitar el acceso a las nuevas tecnologías a aquellas personas con mayores dificultades, que suelen ser las de mayor edad y las de menor renta, según indica Graciela Malgesini, directora de la iniciativa.
Se trata de una prueba piloto que se ha llevado a cabo en siete islas, de las cuales, en cinco, se ha llevado a cabo acciones de formación. Han participado unas 3.600 personas que sufren una brecha digital profunda, y a la que es preciso acompañar en la formación «porque la entrega de dispositivos no es suficiente».
Accesibilidad y renta
Malgesini indica que muchas personas encuentran una serie de barreras que hacen difícil el acceso a las tecnologías, como sucede por el simple hecho de no tener la suficiente movilidad en los dedos.
Asimismo, si bien las personas más jóvenes tienen mayor exposición a las tecnologías, la brecha digital crece con la edad, pero también tiene que ver con el nivel de renta. Las personas que participan en el proyecto reciben el ingreso mínimo vital o la renta de ciudadanía, lo que indica que están en el más bajo nivel de renta.
Empleabilidad
Uno de los aspectos que se trata de mejorar es el de la empleabilidad de estas personas, ayudándolos a confeccionar sus currículum y tenerlos disponibles para su envío a través de las redes digitales. Además, el uso de las tecnologías ayuda no solo a la empleabilidad, sino también al incremento del interés de las personas por su formación.