José Juan Socas, vicepresidente de Fedeport, señala que el resultado permite dar tranquilidad a la ciudadanía porque está «entre los puertos más seguros de España».
El simulacro de vertido de combustible en la bahía de Las Palmas, organizado por la Federación Canaria de Empresas Portuarias (Fedeport) y la Autoridad Portuaria de Las Palmas, ha sido un éxito de coordinación entre todas las administraciones y entidades participantes, confirmando el alto nivel de preparación y compromiso frente a los riesgos medioambientales en mar y costa, según indica José Juan Socas, vicepresidente de Fedeport.
La zona de entre diques del Puerto de Las Palmas ha sido el escenario en el que se ha simulado, vertiendo 15 kilos de roscas al mar, un derrame de 1.000 litros de combustible durante el suministro por gabarra en una operación a fondeo. El entrenamiento ha desplegado planes de protección y recursos de todas las administraciones (local, regional y nacional) junto con las empresas del sector del bunkering.
Maritime Week Las Palmas 2024
El ejercicio ha sido el broche de oro a la celebración de la segunda edición de la Conferencia ‘Maritime Week Las Palmas 2024’ celebrada en la capital grancanaria desde el pasado lunes, cuyos participantes han podido seguir toda la operativa a bordo de un barco de recreo.
Además, el simulacro ha sido observado por representantes de Oil Spill Response Limited (OSRL), la mayor cooperativa internacional que existe para abordar derrames de petróleo, especializada en proporcionar servicios de preparación, respuesta e intervención, que evacuará un informe sobre el resultado del ensayo.
Desarrollo del simulacro
Un buque fondeado entre diques (simulado por un remolcador de Boluda) solicita suministro de combustible. Cuando la operativa se está desarrollando, el capitán de la gabarra ‘María Inmmaculata’ (propiedad de Oryx) advierte que una avería ha precipitado un derrame de unos 1.000 litros lo que pone en conocimiento por radio VHF al centro de control integrado (Autoridad Portuaria, Capitanía Marítima y SASEMAR) y la terminal suministradora.
En ese momento se activan los protocolos de actuación de la propia gabarra y de la terminal, desplegando barreras que absorban el derrame, recogiendo los restos y depositándolos en los bidones especiales que llevan a bordo.
Mientras, se suceden y reiteran las conexiones telefónicas entre el centro de control, el CECOES 112, y Ayuntamiento, que colocan sus planes en alerta a la espera de nuevas comunicaciones por parte del capitán de la gabarra y la terminal.
La mancha de fuel (simulada con 15 kilos de roscas), impulsada por las olas y por el viento, escapa al control de los medios con los que se cuenta en la primera fase, por lo que el capitán de la gabarra y la terminal comunican al Centro de Control que precisan ayuda para evitar que el vertido se disperse.
En este momento se activa el Plan Interior Marítimo (PIM) y se transmite la información al Centro Coordinador de Emergencias (CECOES 112) y el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, la delegación del Gobierno y la Dirección General de Costas.