Yurena Yaiza Pérez, vicepresidenta de la federación de este deporte, considera que es más "una cuestión de maña que de fuerza", por lo que nadie queda discriminado.
El salto del pastor, señala Yurena Yaiza Pérez, vicepresidenta de la federación, es, explicado a la mayor brevedad, “un método de desplazamiento adecuado para la geografía canaria con sus riscos y sus barrancos” y también “un método defensivo si en algún momento había que dar un palo a alguien”. Por ese motivo, piensa que ha sido una herramienta que nunca ha distinguido entre hombres y mujeres.
A su juicio, se trata más una actividad relacionada con la maña que con la fuerza, lo que permite que no se distinga ni por origen, ni por género ni por edades en su práctica, “de lo que se trata es de saber usar la herramienta y adaptarse al terreno en el que estás”.
Las jurrias y los cursos de iniciación
Por eso, la práctica es bien aceptada por los jóvenes escolares, a los cuales se les transmite la tradición a través de las distintas “jurrias” presentes en cada isla y que imparten todos los años un curso de iniciación.
Señala que si bien la representación femenina en la federación es de tan solo el 16%, porque en un principio era un mundo más masculinizado, cada vez se llega más a las mujeres y hoy, entre los más jóvenes, se inscriben más niñas que niños.