Ezequiel Morales, subdirector de Explotación de la compañía, explica el complejo proceso de reutilización de las aguas residuales.
La compañía Emalsa produce cada día entre 2500 y 3000 metros cúbicos de agua que se destinan al riego de parques y jardines de Las Palmas de Gran Canaria. Se trata de un proceso de depuración de aguas residuales que se realiza en las dos estaciones de depuración con la que cuenta la compañía en el municipio: la de Tamaraceite y la de Barranco Seco.
Red de transporte de 94 kilómetros
Ezequiel Morales, subdirector de Explotación de Emalsa, explica que para poder ser reutilizada, el agua debe pasar un procedimiento terciario, ya sea por filtración o por un reactor biológico de membrana. Ambos métodos consiguen la suficiente calidad para ser reutilizada. Emalsa lleva a cabo, además, todo los controles para ajustar el proceso a la normativa vigente en reutilización de aguas.
Una vez depurada, el agua se impulsa a depósitos en las cercanías del cementerio de San Lázaro, donde se reparte a través de la red de tuberías, con una red de transporte de 94 kilómetros, a la que se suman las del servicio de parques y jardines.