¿Esfuerzo? No, gracias

El periodista cultural Javier Moreno nos habla esta semana de la "cultura del esfuerzo", a la que considera uno de los mayores timos de las últimas décadas.

Según el último informe de Oxfam Intermón, nacer en una familia con ingresos bajos significa que en el futuro tendrás sueldos más bajos. Y nacer mujer significa tener casi todo los números para tener un contrato parcial no deseado. Ni ser de familia pobre ni ser mujer es algo que el individuo pueda cambiar, por lo que la conclusión, dice Moreno, es que "el esfuerzo no sirve para casi nada".

No se trata de ninguna novedad, pues el "timo" es bien conocido desde hace muchos años y consiste en "hacer creer al personal que esforzándose se puede salir de pobre". Sin embargo, la cultura del esfuerzo se ha extendido "a derecha e izquierda" y hoy hasta el PSOE o Podemos nos hablan de los "méritos". Se trata esta de una palabra curiosa, afirma Moreno, pues la palabra "meritocracia" fue usada por primera vez por el líder laborista Michael Young en 1958 con tintes despectivos, se refería a un mundo en el que los triunfadores serían los que tuvieran  el coeficiente intelectual más alto, mientras que el resto se quedaría en la estacada. Su opinión era que el socialismo debería favorecer a los que podían quedarse en la estacada, y no a los favorecidos por la naturaleza.

Un caso paradigmático, dice Moreno, es el de las mujeres. Los que se oponen a la discriminación positiva argumentan que las mujeres deben llegar a los cargos por sus méritos, y no por que se les ayude. "Pero lo que viene a demostrar el informe de Oxfam es que no hay mérito que valga ni igualdad de oportunidades que rectifique una estructura social ya injusta".