En su espacio semanal, el periodista Javier Moreno, expone su teoría de que en el debate sobre la exhumación de Franco del Valle de los Caídos lo importante es el debate y, lo de menos, de qué se debate.
Moreno señala que una democracia digna de tal nombre se basa en la "irrestricta posibilidad de discutir y debatir todo lo divino y lo humano" y la clave a este respecto es el calificativo de "irrestricta" pues "todo lo que suponga establecer la imposibilidad de debatir sobre algo supone una debilitación de la democracia". El problema, señala, es que "en España llevamos tiempo poniendo granos de arena para limitar los temas sobre los que se puede debatir".
El periodista señala que "se puede y debe" debatir sobre si exhumar a Franco como se debe debatir si Pedro Sánchez es un "dictador", como piensa la alcaldesa de Güímar, Carmen Luisa Castro. Lo ridículo es caer en argumentos del tipo "este tema no interesa a los españoles", como si sólo tuviéramos que discutir lo que interesa a la mayoría o "ese debate reabre heridas" como si todos los debates en una democracia tuvieran que ser agradables.