Su promotor, el párroco de Añaza, José Félix Hernández (padre Pepe), destaca la valentía de personas que arriesgan su vida montándose en una barcaza para llegar a las islas.
La Fundación Canaria Buen Samaritano acoge a jóvenes inmigrantes llegados a las islas a través del programa Nolaba, con el que quieren darles las herramientas que permitan su mejor integración en la sociedad canaria, según señala su presidente y fundador, el párroco José Félix Hernandez, más conocido como ‘padre Pepe’.
Hernández destaca que la fundación es el resultado del trabajo realizado durante catorce años en el barrio de Añaza, en el cual ha llevado a cabo una infinidad de proyectos para tratar de paliar la situación desfavorable en que lo encontró, con grandes niveles de desempleo y pobreza. Afirma que, desde entonces, se han ido poniendo en marcha pequeñas iniciativas, a través de talleres, programas de atención a las necesidades más inmediatas, proyectos de asesoramiento y acompañamiento: “No solo se ofrece ayuda, sino también ideas para dignificar la realidad de estas personas”. Por eso, ha puesto especial énfasis en el desarrollo de las capacidades de estas personas.
“Saber que van a salir adelante”
A los inmigrantes les ofrece un recurso alojativo temporal, asesoramiento jurídico y las herramientas para el conocimiento del lenguaje y la cultura local. Padre Pepe afirma que, es probable que él haya aprendido más con los jóvenes extranjeros que estos con él: “Nos enseñan un mundo alejado de nuestra realidad más cercana, son jóvenes con toda una vida por delante que la arriesgan montándose en un barco”. Asegura que esto demuestra su “confianza ante la vida”, la certeza de “saber que van a salir adelante”.