Con aplicaciones desarrolladas por las compañías se gestionan todas las fases del ciclo integral, desde el mantenimiento al aprovechamiento de recursos, pasando por el control de calidad.
El grupo SAUR ha venido desarrollando desde hace años un conjunto de herramientas tecnológicas para la gestión eficiente del agua en los municipios en los que presta servicio a través de Gestagua y Emalsa. Estas tecnologías se aplican a todo el ciclo integral del agua, asegurando la máxima eficiencia de los recursos energéticos, materiales y humanos.
Este proceso se aplica a todas las áreas del proceso: los clientes, al ofrecerles una administración digitalizada, los sistemas de IoT con los que cuentan las instalaciones y redes, el desarrollo de sistemas de información y los sistemas de big data y algoritmos de inteligencia artificial, con los que se puede predecir cómo se comportarán sistemas tan complejos como los de la gestión del ciclo integral del agua.
Emalsa como ejemplo
Emalsa constituye un ejemplo perfecto de este modelo, integrando herramientas de inteligencia artificial en sus sistemas, con los que presta servicio en los municipios de Las Palmas de Gran Canaria y Santa Brígida. “Se trata de sistemas resilientes porque no hay agua en la isla. Es un recurso natural, escaso, público, que requiere de la gestión adecuada”, explica el CEO del grupo SAUR en España, Rogerio Koehn.
Uno de los principales obstáculos a los que se enfrentan las empresas de gestión del agua es la gran cantidad de información que se generan en los sistemas, haciendo necesaria una herramienta que reciba y valide continuamente los datos relevantes, transformándolos en información basada en resultados analíticos para apoyar la toma de decisiones a todos los niveles. Es aquí donde entra en juego la implantación de la inteligencia artificial en la gestión del servicio de abastecimiento de Las Palmas.