Hablamos con Marco Moreno, director de Tibicena Arqueología y Patrimonio, sobre la reconstrucción de la imagen de los primeros habitantes de las Islas.
La falta de presupuesto destinado a la reconstrucción de los rostros de los primeros habitantes de Canarias dificulta continuar el camino abierto por el Proyecto Humiaga, en el que se logró la reconstrucción en tres dimensiones de una mujer canaria de hace más de 1.500 años. Tibicena Patrimonio y Arqueología es una empresa privada que recibió una subvención de 27.000 euros para dos años de trabajo en el que participaron seis personas.
El trabajo se inició hace dos años, pero la idea se remonta a mucho más atrás cuando comenzaron a indagar en el yacimiento de la fortaleza de Santa Lucía y se obtuvieron unos cráneos, uno de los cuales permitía la extracción del ADN "y a partir de ahí se inicia la idea y el proceso de ponerle cara a esa mujer". A partir de las pruebas de ADN obtuvieron el tipo de pelo, el color de los ojos y el tipo de piel oscura, lo que permite "romper el mito de que los primeros pobladores eran personas altas y rubias", al tiempo que se permite "incluir a la mujer en el discurso histórico".
El cráneo muestra una fractura que habla de la violencia estructural, pero de la que no se puede extraer que fuera un caso de violencia de género. En cualquier caso, "la calidad de vida era pésima a todos los niveles, pero poco más podemos sacar".
Marco Moreno considera interesante poder reconstruir la fisonomía de un cráneo encontrado en Fuerteventura y que pertenece a una persona joven que murió "ajusticiado o asesinado". El cráneo mantiene todos los dientes, lo cual puede servir para ilustrar la forma de la violencia de esa sociedad.