El director de programas de la organización, Benjamín Ballesteros, destaca que lo que falla es la comunicación y el déficit de implicación del centro escolar, las familias y los alumnos.
El IV informe de la Fundación Anar ha vuelto a poner de relieve el problema del acoso escolar en España, según señala el director de programas de la institución, Benjamín Ballesteros. El estudio, en colaboración con Fundación Mutua Madrileña, se llevó a cabo analizando 301 centros escolares de cinco comunidades autónomas y entrevistando a un total de 5.123 alumnos y 239 profesores.
El estudio, indica Ballesteros, arroja algunos datos positivos, como que se reduce en diez puntos el número de alumnos que conocen algún caso de acoso escolar. Del 34% de antes de la pandemia, se ha pasado a un 24 por ciento.
Sin embargo, ha crecido de un 42 a un 72 por ciento las agresiones grupales, cuando se analiza las modalidades de acoso. Además, uno de cada cuatro alumnos reconoce haber participado en una situación de acoso sin saberlo, y afirman que de haberlo sabido no lo habrían hecho. Esto demuestra, indica Ballesteros, “que no son conscientes de lo que es el acoso escolar”.
Además se ha visto una progresión del ciberbullying, que antes de la pandemia se daba principalmente a través de whatsapp, pero que en estos años se ha extendido a otras redes como instagram o Tik-Tok.
Comunicación e implicación
Ballesteros indica que han apreciado una mayor comunicación entre el profesorado y el alumnado, aunque el 61% de alumnos creen que no se ha hecho lo suficiente o nada para superar el acoso, mientras que el 93% de los profesores consideran que los problemas se han resuelto.
Destaca que, en la mayoría de los casos, falla la comunicación, a lo que se añade un déficit de implicación por parte del centro escolar, las familias y los propios alumnos. Así, considera que los alumnos deben tomar conciencia de que cuando son testigos de acoso tienen que actuar de forma inmediata, “porque los profesores no son adivinos y pueden estar ausentes a las circunstancias en las que se produce el acoso”. Recuerda que denunciar no es en ningún caso, falta de compañerismo, sino todo lo contrario.
También es importante que el profesorado explique bien los protocolos y las medidas que se están tomando para evitar el acoso, para que los menores se sientan protegidos. Finalmente, pide a las familias que no sobrerreaccionen y adopten una actitud colaboradora.