La organización, que dirige Jorge Hernández, ha puesto en marcha un proyecto de envejecimiento activo para ayudar a los mayores a relacionarse.
La Fundación Yrichen celebra estos días sus treinta años de existencia ayudando a las personas a superar sus adicciones. Su responsable, Jorge Hernández, señala que se trata de una celebración un tanto atípica debido a las dificultades por la covid-19: “Lo más complicado ha sido adaptarnos a un nuevo protocolo de funcionamiento, pero ha funcionado a pesar del confinamiento”. Este protocolo supuso una importante inversión económica, que pudo enfrentarse gracias a la ayuda de muchas personas que aportaron un dinero extraordinario.
Hernández señala que, durante este año, la demanda de servicios ha aumentado de forma “increíble”, tal vez porque, al estar confinada, las personas se han dado cuenta de su necesidad de ayuda: “Estamos asombrados”. Recalca que la demanda ha sido de todo tipo, desde las ludopatías a las dependencias más “clásicas”.
Envejecimiento activo 3.0
Se muestra especialmente satisfecho de haber puesto en marcha el proyecto Envejecimiento Activo 3.0, orientado a facilitar las relaciones online entre personas que viven solas o que han tenido mayor dificultad para relacionarse en estas fechas.
El programa consiste en facilitar un dispositivo a estas personas para que puedan conectarse con otras mediante la ayuda de unos monitores de la Fundación: “Se trata de aprender a conectarse y usar la tablet no solo para recibir información”.