Lorena Martín, presidenta del No al Acoso Escolar en Canarias, indica que aún falta rodajes para que los protocolos en los centros puedan dar más resultados.
La información es clave para prevenir el bullying en las escuelas, señala la presidenta de la asociación No al Acoso Escolar en Canarias, Lorena Martín. Esta información comienza en casa, donde los familiares de los menores tienen que estar al corriente de las “pequeñas señales” que podrían alertar de la presencia de los malos tratos.
Así, señala, es preciso observar los cambios de actitud, como la falta de concentración o la pérdida del deseo por realizar actividades. A esto se suman otros síntomas como las lesiones o la bajada del rendimiento escolar.
Pero la información no se limita a ese ámbito, pues hay muchos menores que desconocen en qué consiste el acoso escolar “y no saben dónde están los límites”. Por eso la asociación trata de hacer llegar a los menores los datos que les permiten prevenirla y combatirla pidiendo ayuda.
Observadores y testigos
No menos importante es informar a los observadores y testigos de los casos, que constituyen el 85% de la clase “y participan de manera directa o indirecta”, pues son los que pueden decidir si se mantiene esa situación de acoso, “y muchas veces no toman la decisión correcta por miedo a ser un chivato”.
Martín considera que los centros canarios cumplen con los protocolos para la prevención del acoso, “una herramienta muy buena” a la que, quizás, “le falta rodaje”, porque hay centros que los tienen más implementados y otros a los que su puesta en práctica “les genera dudas”.