Francisco Echandi, presidente de la Asociación Provincial de Cosecheros Exportadores de Tomate, lo achaca al uso intensivo del terreno durante todo el año.
Se trata de un problema que se inició en el año 2008 y que venía siendo controlada con diversas actuaciones. Sin embargo, este año ha sido "catastrófico" debido a que no se ha producido el vaciado del terreno durante los cuatro meses habituales, un tiempo en el que el terreno carecía de planta y permitía erradicar la plaga. Ahora, con el suministro local, "el vacío no se hace y la plaga no se erradica".
Echandi señala que se han mantenido reuniones con Gobierno de Canarias y el Cabildo para encontrar una solución que no es fácil, pues hay muchas trabas para poder realizar quemas controladas, que es una manera de eliminar las plagas. En cualquier caso, el representante de los productores llama a ser más rigurosos con el control fitosanitario del tomate que entra en las islas.
El empresario reconoce, por otra parte, que la Consejería de Agricultura del Gobierno canario ha hecho un esfuerzo importante porque la producción no caiga, logrando mantener la compensación de 15.000 euros por hectárea y la ayuda a la comercialización: "Han cumplido, pero desafortunadamente llegó tarde".