Ernesto Yanes, portavoz del colectivo, señala la "falta de profesionalidad" de los funcionarios y los castigos irregulares a los internos.
Yanes asegura que los internos con arraigo familiar en la isla deben hacer "cualquier cosa" para que no te manden a la península como parte de un castigo. Ese cualquier cosa incluye ganar el traslado a la enfermería, para lo cual recurren a autolesionase. Señala que ni siquiera eso es sencillo, porque si bien todas las celdas tienen un timbre, "si lo tocas indebidamente, [los funcionarios] te pegan".
La Plataforma, que cuenta con 2.500 miembros y es la única de este tipo en el país, viene denunciando casos de violencia en la institución penitenciaria, casos que no obedecer a la falta de personal, como argumentan los funcionarios, "sino a la falta de cualificación del personal que hay". Asimismo, desmiente que la cárcel de Tenerife tenga saturación: "Lo que falta es profesionalidad", dice, como a su juicio lo demuestra la existencia de "informes falsos para que no te den permisos o los castigos irregulares". Se trata, resume, de un régimen de "dictadura".