La ULL participa en el proyecto europeo Génesis para abordar los retos del agua en zonas de estrés hídrico

Foto de familia de los integrantes de Génesis en la sede del Instituto Geológico y Minero de España. | Foto: ULL

Foto de familia de los integrantes de Génesis en la sede del Instituto Geológico y Minero de España. | Foto: ULL

Liderado por el Instituto Geológico y Minero de España (IGME-CSIC), Génesis aplicará soluciones basadas en la naturaleza, inteligencia artificial (IA) y gemelos digitales para mejorar la eficiencia en el uso del agua en zonas especialmente vulnerables, como Canarias y las Azores.

La Universidad de La Laguna ha conseguido la financiación para desarrollar el proyecto Génesis en las Islas Canarias, una iniciativa del programa Horizonte Europa dotada con 10,5 millones de euros, que fue presentada recientemente en su reunión inicial del consorcio en Madrid.

Liderado por el Instituto Geológico y Minero de España (IGME-CSIC), Génesis aplicará soluciones basadas en la naturaleza, inteligencia artificial (IA) y gemelos digitales para mejorar la eficiencia en el uso del agua en zonas especialmente vulnerables, como Canarias y las Azores.

El proyecto Génesis (Geologically Enhanced NaturE-based Solutions for Climate Change Resiliency of Critical Water Infrastructure) busca enfrentar los desafíos de la gestión del agua subterránea, un recurso vital cada vez más amenazado por los efectos del cambio climático, especialmente en regiones que ya sufren estrés hídrico. La iniciativa propone un enfoque innovador, combinando el poder de la naturaleza con tecnologías avanzadas como la IA y los gemelos digitales, que permiten replicar virtualmente infraestructuras críticas para mejorar su rendimiento y sostenibilidad.

La piedra angular del proyecto será el desarrollo del ‘Deep Demonstrator’, un demostrador avanzado que no solo validará estas soluciones en pequeños territorios insulares, sino que buscará demostrar su viabilidad a gran escala, integrándolas en las infraestructuras hídricas de Europa. Esta iniciativa aspira a que los resultados obtenidos en la región de la Macaronesia (Canarias, Azores, Madeira, Cabo Verde e Islas Salvajes) sirvan como modelo replicable en otras áreas vulnerables de la Unión Europea, como los territorios ultraperiféricos.