Las llamadas con ideas suicidas al teléfono de la esperanza crecen un 162% en dos años

Teléfono de la Esperanza

Teléfono de la Esperanza

Su director técnico en Canarias y psicólogo clínico, José Cabrera, afirma que la soledad no deseada es un problema que sigue extendiéndose en las islas.

Las llamadas con ideas suicidas al Teléfono de la Esperanza de Canarias se han incrementado un 162% en los dos últimos años, algo que obedece al impacto de la crisis sanitaria y económica que hemos padecido en ese tiempo, según indica José Cabrera, director técnico de la institución y psicólogo clínico.  

Cabrera indica que los datos reflejan el “alto impacto emocional por la crisis económica y sanitaria”, lo que ha repercutido en un problema de salud pública de enorme envergadura, como el suicidio, que en la última época ya se había venido agravando. Señala que una de las ventajas es que ahora se comienza a hablar con menos inhibición de estos problemas, aunque aún es una cuestión que sufre de un cierto tabú.

El problema de la soledad

Las ideas suicidas constituyen un 7% de todas las llamadas que recibe el Teléfono de la Esperanza. Cabrera señala que la soledad y el aislamiento es el elemento más transversal en todas las llamadas, un problema cada vez más extendido y que afecta a la vida emocional y también física de las personas. 

Considera que es preciso activar políticas encaminadas a mitigarla, buscando la inclusión social de las personas que, por diversas circunstancias, se han quedado solas: “Hay que evolucionar hacia una sociedad de los cuidados a través de un esfuerzo colectivo”.

Mujeres de mediana edad

En el perfil de las personas que llaman al Teléfono de la Esperanza predominan las mujeres, algo que, a juicio de Cabrera, tiene que ver con el hecho de que las féminas tienen más dificultades objetivas, “porque queda mucho para conseguir la igualdad plena”. Además, a los hombres les cuesta más exponer sus sentimientos. En cuanto a las edades, es más usado por personas en edad intermedia.