Inmaculada Medina, concejal de Servicios Públicos, defiende el uso del "agua del chorro" para cocinar por ser la de mayor calidad de todo el país.
Las Palmas de Gran Canaria estudia bajar el precio del recibo del agua al menos a partir del 1 de enero de 2022, según señala la concejal de Servicios Públicos, Inmaculada Medina, que indica que si se aceleran los informes de fiscalización que requieren la medida, se podría poner en marcha incluso antes.
Se trataría de una nueva modalidad de tarifación con precios muy reducidos en los primeros litros de agua, de tal forma que se fomente el consumo responsable y el uso adecuado de este recurso tan valioso. Esta medida no sería incompatible con el bono social, del que ya se benefician 150.000 familias y 4000 empresas, ni tampoco con el denominado bono-covid que impide la suspensión del suministro para familias en situación de riesgo.
Medina pone énfasis en que la renovación de la infraestructura hidráulica de Las Palmas de Gran Canaria será una de las principales estrategias de los próximos años, en la que espera contar con los fondos europeos Next Generation, al que los que el Ayuntamiento capitalino concurre “no con ideas, sino con proyectos ya desarrollados”.
132 puntos negros
El objetivo del plan es dar una respuesta adecuada al crecimiento demográfico y urbanístico de la ciudad, a través de más de 100 actuaciones que garanticen suministro “al cien por cien”. Medina recuerda que el agua de Las Palmas de Gran Canaria está considerada la de mayor calidad de toda España.
Fundamentalmente, señala la concejal, de lo que se trata es de acabar con los 132 puntos negros que existen en la ciudad, dificultades que en muchas ocasiones impide la conexión de los vecinos a la red de saneamiento.