César García presidente de la Federación de Peñas, afirma que quieren expresar el "desarraigo" de un equipo que "ha perdido el alma".
Los representantes de las 32 peñas que conforman la Federación aprobaron este miércoles con un 85% de respaldo no acudir al último partido de liga ante el Girona Fútbol Club. No se trata solo por el descenso de categoría, afirma García, "sino también por la penosa planificación en lo deportivo y en lo organizativo". Asegura que hay una ruptura social "muy importante" como se ha venido demostrando "estos tres últimos años, sin capacidad de aprovechar la dinámica que se creó tras el ascenso". Afirma que, desde entonces, lo que se ha visto es una pérdida de asistencia al Estadio "y falta de comunicación con la afición". Tal es la situación que "en las últimas veces que he ido [al Estadio] he notado que a la gente le da igual que se descienda. Hay una sensación de desarraigo, de que el equipo ha perdido el alma".
Estima que el punto de inflexión fue la primera campaña de abonados, en la que "se perdieron abonados fieles, aunque se dio entrada a otros colectivos, pero se ha ido descuidando a la afición local". Después han llegado los cambios de entrenadores y jugadores, que "han dado la sensación de que no hay proyecto a largo plazo".
García señala que el club no se ha puesto en contacto con ellos y "deberían interesarse por lo que está pasando y escuchar a la afición. Esta no es una empresa cualquiera, es una empresa que maneja sentimientos".