El periodista cultural Javier Moreno nos habla de la vida “por el morro” de nuestros políticos a raíz del viaje en un avión oficial de Pedro Sánchez para asistir a un concierto.
Se trata, dice Moreno, de un tema que se puso de moda al inicio de los últimos mandatos en los llamados ayuntamientos del cambio, en los que muchos dirigentes de la órbita de Podemos tomaron la decisión de no ocupar las localidades VIP y gratuitas de los auditorios y estadios de fútbol. De particular relevancia fue la decisión de la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, de renunciar a las localidades de palco del Teatro Real de Madrid y su decisión de ponerlas a la venta.
En el caso de Canarias no hubo mucha suerte, pues mientras Podemos decidió tomar la senda de Carmena, Antonio Morales, de Nueva Canarias, decidió que el presidente del Cabildo tenía que estar en el palco del Estadio de Gran Canaria para ver los partidos de la Unión Deportiva Las Palmas. Moreno desconoce si Morales “persistirá en esta fea costumbre ahora que el equipillo está en la segunda división”.
Moreno explica que la tradición política canaria ha consistido en colarse por el morro en los conciertos y espectáculos deportivos que pagan los contribuyentes. Es frecuente verlos en los palcos, a donde suelen llevar a sus familiares y amigos. Conocido fue el caso del dirigente socialista Roberto Moreno, presidente de la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria, que llegó a llevar al palco a su señora esposa, su hijo y su padre, “hasta el punto de que el palco parecía un apartamento del sur”.