Ayoze González, neurólogo y miembro de la Sociedad Española de Neurología, considera que se debe incidir en la necesidad de mantener la salud cerebral a través de los hábitos y evitar las sustancias dañinas.
La enfermedad de Alzheimer afecta en España a más de 800.000 personas, según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN), que la señala como la causa más común de demencia y la responsable de entre el 50 y 70% de los casos totales de demencia.
Afectan ya -al menos-a 1 de cada 10 personas mayores de 65 años y a un 33% de las mayores de 85 años. Además, según el último informe del Instituto Nacional de Estadística (INE), el 8% del total de defunciones que se produjeron en el año 2023 en España fueron debidas a las demencias, según señala Ayoze González, neurólogo y miembro de la Sociedad Española de Neurología.
Cada año se diagnostican en España unos 40.000 nuevos casos de Alzheimer. En más de un 65% de los casos, en mujeres, y en un 90%, en personas mayores de 65 años. En todo caso, la SEN estima que el tiempo que discurre entre la aparición de los primeros síntomas de la enfermedad y se obtiene un diagnóstico puede superar los 2 años. Por esa razón, y teniendo en cuenta que alrededor del 50% de los casos de Alzheimer no se diagnostican hasta que paciente ha desarrollado una fase moderada de la enfermedad, y que entre el 30 y el 50% de las personas que padecen algún tipo de demencia no llegan a ser diagnosticadas formalmente, existe aún un alto infradiagnóstico de esta enfermedad y, sobre todo, en los casos que aún son leves: en España la SEN estima que más del 50% de los casos que aún son leves están sin diagnosticar.
Ayoze González recalca el impacto que los estilos de vida pueden tener en el riesgo de desarrollarla, pues casi uno de cada dos casos de Alzheimer es atribuible a factores modificables relacionados con el estilo de vida y los factores de riesgo vascular. Abandonar el consumo excesivo de alcohol y tabaco, realizar ejercicio físico, mantenerse cognitiva y socialmente activo, corregir la pérdida de audición o visión, tener un peso saludable, controlar la diabetes, la hipercolesterolemia y la hipertensión arterial, y evitar los traumatismos cerebrales y la exposición a la contaminación ambiental podrían ser medidas protectoras frente a la demencia.