Hablamos con Patricia Márquez, jefa de servicio de Medicina Física y Rehabilitación de Hospitales Universitarios San Roque en Las Palmas, sobre esta terapia para procesos inflamatorios y dolorosos.
Las ondas de choque, por ser indoloras y no invasivas, son una solución apropiada para muchas de las dolencias que cursan con dolor e inflamación. Su acción, como indica la doctora Patricia Máquez, jefa de servicio de Medicina Física y Rehabilitación de Hospitales Universitarios San Roque en Las Palmas, se produce mediante estímulos mecánicos en forma de ondas acústicas, que regeneran los tejidos y provocan efectos antiinflamatorios y analgésicos.
Hasta ahora, la modalidad más utilizada era la radial, que son de un carácter más superficial, pero con la incorporación de ondas de choque focales se consigue llegar a los centros nerviosos y musculares donde se originan los problemas. Así, es particularmente apropiado para el tratamiento de dolencias como el codo del tenista, la fascitis plantar, la tendinitis crónica e, incluso, las contracturas de espalda que no se han resuelto por otras terapias.
Cuatro o cinco sesiones
El tratamiento consiste en una sesión semanal de diez o quince minutos de duración durante cuatro o cinco semanas. Márquez indica que, aunque hay pacientes que en una o dos sesiones comienzan a notar la mejoría, es preciso realizar el programa completo para una mejor solución del problema. La terapia está contraindicada en personas con marcapasos, aquellas que padecen un cáncer en activo o están embarazadas.