Ángel Mariscal, fundador del proyecto Pepo, señala que la preparación de los animales es muy distinta a la que se utiliza para cometidos de seguridad.
La Fundación Mariscal ha puesto en marcha el proyecto Pepo, por medio del cual se entrena a perros para proteger a mujeres víctimas de violencia de género.
Como señala Ángel Mariscal, la idea surgió en el año 2009 durante una exhibición de perros de seguridad en Madrid. Fue entonces cuando observó a una mujer llorando y al interesarse por la situación, le preguntó si podía ayudarla a adiestrar a su perro para repeler las agresiones machistas por parte de su ex pareja.
Instinto de protección
Mariscal señala que para este cometido no sirven las técnicas que se utilizan con los perros de seguridad, ya que lo que se necesita es desarrollar el instinto de protección, que apenas es utilizado en el adiestramiento de los perros.
Para acceder a este programa es necesario pasar una entrevista con el director de seguridad del proyecto, que valora la peligrosidad de la situación. A continuación se realiza una entrevista con una psicóloga experta en violencia de género que hace una evaluación de las necesidades y entonces se inicia el proceso formativo asistiendo a unos cursos.
Más de cien perros entrenados
Apunta que para este cometido se necesitan perros grandes, por su imagen disuasoria, adaptados a la sociedad, bondadosos y con un desarrollado instinto de protección.
El proyecto Pepo ya ha formado a cien perros, pero Mariscal reconoce que es aún mayor la lista de espera. Es totalmente gratuito para todas las usuarias, que pueden contactar a través de las redes sociales de Proyecto Pepo.