En esta semana de contenido religioso, el periodista cultural Javier Moreno explica el simbolismo tras la celebración del jueves santo.
Este día, que precede a la celebración grande del viernes santo, se conmemora la última cena de Jesús de Nazaret con sus discípulos. Moreno recuerda que en esta "última cena" se comió carne, exactamente de cordero, como lo ordenaba la tradición hebrea. Además era costumbre que la sangre del animal se esparciera en la puerta de entrada de la casa para ahuyentar al "ángel exterminador".
Para Moreno, el hecho de que se relacione no comer carne con la semana santa se debe a una interpretación "demasiado literal" del mandato de "evitar los pecados de la carne". Se trata, obviamente, de evitar los "actos impúdicos", asunto que llevó a la cuestión de Sodoma y Gomorra, otro de los mitos bíblicos.
Moreno explica que se desconoce si esas dos ciudades "pecaminosas" existieron realmente y, según los historiadores, de haber existido, probablemente estén hoy en el fondo del mar Muerto, a donde habrían llegado tras los múltiples terremotos sufridos en esa zona. La cuestión sirvió para divagar sobre la rocambolesca historia de Lot y su mujer, Edith, que vivieron a las puertas de esas ciudades hasta que Yahvé tuvo a bien rescatarlos.