La vicepresidenta de Reporteros Sin Fronteras España alerta de la "autocensura" en el tratamiento de la inmigración.
La vicepresidenta de Reporteros Sin Fronteras España, Edith Rodríguez, es partidaria de informar de la actualidad de los partidos de ultraderecha, porque, de lo contrario, se estaría vulnerando el derecho a la información y la libertad de expresión, aunque considera que es posible hacerlo “con cuidado”, comprobando los datos y evitando reproducir las consignas.
Afirma que las acusaciones de “blanqueamiento” de partidos que defienden postulados no democráticos abre un debate “complicado”, pues es preciso posicionarse en defensa de la libertad de expresión: “Es un tema que no acabamos de resolver”. Considera que el debate se mueve entre omitir la información o reproducir todos los mensajes que esos partidos quieran emitir: “Se puede informar pero con cuidado. El apagón no nos parece adecuado, pero sí una verificación minuciosa y no reproducir sin contrastar”. Aboga por el ‘fact-checking’ dentro del propio medio de comunicación y no, como es habitual, limitado a los medios contrarios.
Censura en tiempos de crisis
Rodríguez afirma que si bien en la crisis migratoria y en la de la pandemia de la covid-19 no se dan casos de una censura informativa “tosca”, lo cierto es que aprecia una intención de arrojar “un velo” sobre aquello que no se quiere que se vea. Particularmente, aprecia un control sobre la información de los flujos migratorios que, aunque no esté orquestado, afecta a todas las administraciones, que intentan controlar la información que se emite. Señala que se trata de una actuación “muy sutil”, pues si bien no se impide a los periodistas el acceso a la información, se genera una especie de autocensura por “miedo a caer en el amarillismo”: “Por tapar la información real y cruda, lo que circula es la desinformación”.
Estigmatización de los periodistas
Resalta el fenómeno de la estigmatización de los periodistas, “incluso odio”, el cual se ha extendido por toda Europa de manera “muy palpable” con casos de hostilidad e, incluso, agresiones. Menciona el caso de partidos, como Unidas Podemos, y recuerda que el periodista es criticable, “pero el insulto y la burla no lo entendemos tanto”. No obstante, entiende que los medios deben hacer su propia reflexión, ya que se ha pasado de una polarización política a una polarización mediática con la que “no gana nadie”.
Recuerda que el 59% de la ciudadanía del mundo piensa que los periodistas mienten deliberadamente, algo que, a su juicio, se podría abordar educando a las audiencias en la alfabetización mediática.
España ocupa el puesto 29 en libertad de prensa
Rodríguez señala que en el último informe de la organización, España ocupa el puesto 29 de 180 en libertad de prensa, un lugar que es “bueno”, teniendo por detrás a Francia, Italia o Reino Unido. Apunta que se mantiene en la misma posición cuando podía haber mejorado por la reducción de las agresiones, “pero lo ha perdido en falta de transparencia”.