El proyecto tecnológico, impulsado entre Innovación Tecnológica, la Unidad Técnica de Aguas y Emalsa, proporciona información para controlar flujos, identificar dificultades y agilizar las intervenciones ante incidencias.
La alcaldesa de Las Palmas de Gran Canaria, Carolina Darias, presentó el pasado viernes los resultados de la implantación de un sistema inteligente que permite mejorar la red de saneamiento del agua en la ciudad, tras una inversión de 645.915 euros.
Como ha explicado Darias durante la presentación, el objetivo de este proyecto de modernización ha sido mejorar la eficiencia en el control de la infraestructura de transporte y tratamiento de aguas residuales en la ciudad, valiéndose de las mejoras tecnológicas integrables en el sistema actual de la red de saneamiento. Este avance tecnológico, impulsado por Innovación Tecnológica, la Unidad Técnica de Aguas en coordinación con la Empresa Mixta de Agua de Las Palmas (Emalsa), está alineado con los objetivos de digitalización y sostenibilidad del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, consolidando la apuesta de la ciudad por una gestión ambiental responsable y eficiente.
El despliegue de la infraestructura tecnológica incluye una red de comunicaciones vinculada al Centro de Proceso de Datos (CPD) de Emalsa y una sala de control específica ubicada en las instalaciones de Barranco Seco.
Además, se han instalado dispositivos de instrumentación y automatización en puntos estratégicos de la red para monitorizar los flujos y detectar posibles fugas o anomalías en tiempo real. Estos dispositivos están conectados a un panel de control que centraliza la información obtenida.
Reducción de la contaminación
El sistema aporta beneficios tangibles, como una gestión más eficiente que permite un mayor control de los vertidos al mar; la reducción de las fuentes de contaminación de las aguas residuales generadoras de malos olores; una mejora de la eficiencia y eficacia del proceso de depuración de aguas residuales; la reutilización de las aguas residuales regeneradas; y la detección de fugas en la infraestructura de la red gracias a la sectorización de la misma.
El despliegue del sistema de gestión inteligente
El proyecto ha incluido una serie de intervenciones tecnológicas clave, como la instalación de 85 sensores y la configuración de 52 dispositivos de control para el monitoreo de los 900 kilómetros de red de saneamiento en 11 puntos de control situados en nueve ubicaciones estratégicas de la ciudad: la EDAR Barranco Seco, la EDAR Tamaraceite, la EDAR Tenoya, la EBAR Santa Catalina, la EBAR Negrín, la EBAR Teatro, el Barranco Jinámar, el Barranco Guiniguada y la Compuerta Luis Doreste Silva. Estas instalaciones permiten captar datos en tiempo real para garantizar un mayor control y seguridad.
Además, se renovarán más de 600 kilómetros de la red de transporte y distribución, a los que se sumarán 70 kilómetros de red estratégica. Estas mejoras garantizarán el suministro de agua desalada a las zonas situadas por debajo de la cota 300 y ofrecerán alternativas de abastecimiento a todo el municipio, entre otras intervenciones contempladas en el plan.