Orlando Luján, economista y asesor fiscal, nos previene sobre los cambios en el impuesto sobre la renta y cómo podemos aprovechar los últimos momentos del año para deducir.
Luján recuerda que las personas que han estado en un ERTE, o que aún lo estén, tienen que tener en cuenta, de cara a la declaración de la renta del próximo año, que durante el 2020 han tenido dos pagadores: su propia empresa y el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), lo cual puede alterar la obligatoriedad de presentar la declaración.
Recuerda que esa cuantía, cuando se tiene más de un pagador, desciende hasta los 14.000 euros, por lo que conviene no “despistarse” y comprobar si se está obligado a presentar declaración. Señala que, además, si se tiene obligación de presentar el IRPF, las retenciones que practica el SEPE son muy bajas, por lo que “se podrán llevar la sorpresa de que la declaración les salga a pagar”.
Autónomos
Asimismo, los autónomos que han recibido prestaciones por cese de actividad deben tener en cuenta que ese dinero se tributa en el IRPF como rendimientos del trabajo y no como actividad económica, por lo que no se le deducen los gastos propios de esta última.
Planes de pensiones
En cuanto a las aportaciones a los planes de pensiones, Luján recuerda que este es el último año que se puede deducir aportaciones de hasta 8000 euros, pues, a partir del año que viene, está previsto en los presupuestos que solo se deduzca por dos mil euros.