Vidal Martín, director de la Sociedad para el Estudio de los Cetáceos en el Archipiélago Canario, señala que se trata de un hábitat de crucial importancia para las variedades pigmeo y enano.
Un equipo multidisciplinar de investigadores de la Sociedad para el Estudio de los Cetáceos en el Archipiélago Canario (Secac), el Instituto Universitario de Sanidad Animal y Seguridad Alimentaria de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (IUSA-ULPGC), Ceamar y la Red de Varamientos de Canarias ha publicado un trabajo de investigación sobre la importancia de las aguas del Archipiélago canario para dos especies de cachalotes: el cachalote pigmeo (Kogia breviceps) y cachalote enano (Kogia sima).
Vidal Martín, director del la Sociedad para el Estudio de los Cetáceos en el Archipiélago Canario, señala que las aguas de las Islas son un hábitat de crucial importancia, tanto en su ciclo reproductivo como en su alimentación, en particular en el entorno de las islas de Fuerteventura y Lanzarote.
Para llevar a cabo este estudio, se examinaron los datos recopilados a lo largo de cuatro décadas, entre 1977 y 2024, a partir de eventos de varamiento y avistamientos en el mar, constituyendo la base más completa hasta la fecha sobre la presencia de estas especies en el Archipiélago. Según el informe, se registraron 111 eventos de varamiento que involucraron a 114 individuos a lo largo de las costas de las Islas Canarias. De estos, 88 fueron cachalotes pigmeos y 15 cachalotes enanos, mientras que 11 individuos no pudieron ser identificados con certeza.
Cachalotes pigmeo y enano
El estudio aporta nuevos datos sobre el ciclo reproductivo de los cachalotes pigmeo y enano. Las observaciones de hembras embarazadas, lactantes y pares madre-cría en los varamientos y en alta mar confirman que ambas especies se reproducen en las aguas canarias. Para los cachalotes pigmeos, se estima que el período de concepción en el archipiélago se extiende desde junio hasta febrero, con un pico entre septiembre y diciembre. El período de nacimiento se concentra entre mayo y enero, alcanzando su máximo entre agosto y noviembre.
Adicionalmente, el estudio revela que los grupos con crías se encuentran en zonas más cercanas a la costa y en aguas menos profundas en comparación con los grupos sin crías. Este hallazgo refuerza la hipótesis de que las aguas canarias presentan condiciones óptimas para la alimentación de estas especies, probablemente debido a la confluencia de procesos oceanográficos específicos de la región.
De igual modo, los investigadores analizaron las amenazas naturales y antrópicas que padecen estas especies, como la depredación de orcas, que afecta sobre todo a hembras adultas, o las actividades humanas, desde las colisiones por el intenso tráfico marítimo hasta los ruidos generados por sónares o la instalación de parques eólicos marinos.
Importantes lagunas de información
Este trabajo supone un avance importante en el conocimiento de estas dos especies de cachalote y su relación con el ecosistema marino canario, si bien los investigadores advierten de que aún existen importantes lagunas de información que dificultan una evaluación precisa de las tendencias poblacionales de ambas especies en la zona y eso hace imprescindible continuar con la investigación para tomar medidas de conservación basadas en la evidencia.
Los resultados de este trabajo han sido dados a conocer en un volumen especial de la revista científica Advances in Marine Biology (Elsevier).