Fátima Anllo, directora del Observatorio de Creación y Cultura Independiente, apunta a la necesidad de aplicar programas de discriminación positiva.
Un estudio del Observatorio de Creación y Cultura Independiente, encargado por el Ministerio de Cultura, muestra la discriminación que siguen soportando las mujeres en el sector cultural, cuando ya han pasado trece años desde que se promulgó la Ley de Igualdad.
La directora del Observatorio, Fátima Anllo, señala que el estudio abarca desde el año 2000 al 2018, y en él se aprecian los mismos sesgos antes y después de la aprobación de la Ley, aunque reconoce que “algunos aspectos han mejorado”, como la representación de las mujeres en órganos colegiados que asesoran al Ministerio o su representación en los jurados que otorgan los distintos premios. Pero en otros órganos, como los altos cargos y los patronatos, aún “falta mucho recorrido para llegar a ese 60-40 de representación”.
Afirma que, en algunos campos, la relación entre hombres y mujeres es más equitativa, pero en el cine, el audiovisual, las artes escénica y la música, “las mujeres tienen muy poca presencia”. Como ejemplo señala que las mujeres no han alcanzado ni un tercio de los premios que se conceden y que dependen del Ministerio: “Ser hombre tiene premio”, afirma, aunque es una tendencia que en los últimos años está cambiando “considerablemente”.
Discriminación positiva
Señala que, incluso, en algunos campos, en el año 2000 se estaba mejor que ahora, pues hoy día el cien por cien de los patronatos de entidades culturales está presidido por hombres: “No hay que bajar la guardia”.
Entre las recomendaciones figura, como “la primera y más importante”, la aplicación de la ley, es decir, que se pongan en marcha acciones positivas en beneficio de las mujeres. Entre ellas menciona salir a buscar a las mujeres, que por no haber sido programadas lo suficiente, “no son lo suficientemente conocidas”.