Hablamos con Esther Torrado, doctora en Sociología, sobre los resultados del informe 'El dato y el relato en la explotación sexual de mujeres y niñas'.
La directora del Instituto Canario de la Igualdad (ICI), Kika Fumero, presentó recientemente el estudio El dato y el relato en la explotación sexual de mujeres y niñas, un trabajo que ahonda en la trata con fines de explotación sexual en Canarias, la necesidad urgente de mejorar los protocolos, la formación de profesionales y en definitiva, corregir todas las deficiencias que impiden identificar todos los casos de trata de mujeres y niñas en las islas.
En Canarias no hay cifras ni datos cualitativos ni cuantitativos que nos permitan tener una ‘fotografía’ real de la prostitución en nuestro Archipiélago. El estudio es de carácter cualitativo y nos permite ofrecer unos primeros datos muy significativos, indicó la directora del ICI durante la presentación, al tiempo que explicó que el objetivo de este análisis es conocer la incidencia y características de la trata de mujeres y niñas con fines de explotación sexual y visibilizar la trata como una violencia contra las mujeres que atenta directamente contra los derechos humanos.
Este informe pone de manifiesto la necesidad de revisar los recursos, el sistema institucional de posibles violencias institucionales para reconocer dónde están los fallos que impiden que estas mujeres tengan acceso a los recursos o sufran obstáculos a la hora de acceder a los mismos. Fumero señaló que la posición del Gobierno de Canarias es abolicionista frente a la prostitución, ya se que se trata de una vulneración de los derechos humanos de las mujeres.
La profesora Esther Torrado indica que “uno de los factores principales para la captación es la vulnerabilidad económica y familiar y la minoría de edad y su situación de desprotección” y hace referencia a la necesidad de incrementar los recursos sociales y de protección para estas niñas y mujeres.
El estudio presentado parte del análisis de un conjunto de entrevistas realizadas a un total de 22 mujeres víctimas de trata en Canarias y ha contado con un equipo de diez personas investigadoras, personal de Fiscalía y personal colaborador, bajo la dirección de la profesora de la Universidad de La Laguna, Esther Torrado.
El objetivo del estudio, financiado por el ICI y realizado a través de la Fundación Canaria General de la Universidad de La Laguna en el marco del convenio que el ICI mantiene con las dos universidades públicas canarias, ha sido conocer la incidencia y características de la trata de mujeres y niñas con fines de explotación sexual en la comunidad autónoma.
La trata como surtidor de la prostitución
Bajo el título El dato y el relato en la explotación sexual de mujeres y niñas, el informe aborda desde el marco teórico, jurídico y los perfiles de las víctimas, puteros y tratantes, hasta datos de su incidencia de las fuentes oficiales o los beneficios económicos que genera.
El estudio incluye las entrevistas realizadas a mujeres víctimas de la trata con fines de explotación sexual con la finalidad de conocer los procedimientos en el reclutamiento y capacitación, localización y control de movimientos, años en prostitución, situación actual, expectativas de futuro, entre otros.
Entre las principales conclusiones, el informe señala que “la trata es el surtidor de la prostitución”, y que la mayoría de las explotadas son mujeres y niñas. En Canarias, la identificación de casos de trata sexual es escasa y el número de mujeres entrevistadas superan en número a las mujeres identificadas por las Fuerzas y Cuerpos del Estado en esta situación.
Las conclusiones reflejan que la mayor parte de las mujeres que estuvieron en prostitución por necesidades económicas acabaron contrayendo una deuda y siendo explotadas sexualmente. No denunciaron ser víctimas de trata sexual a pesar de la violencia que se había ejercido contra ellas y sus familias por desconfianza del sistema.
Otra de las cuestiones que refleja es que en Canarias se ha incrementado la demanda prostitucional de mujeres cada vez más jóvenes, así como prácticas más violentas que pueden estar relacionadas con el consumo masivo de porno.
De las 22 mujeres entrevistadas, 5 eran Canarias y 17 extranjeras (3 áfrica, resto América del sur y Centroamérica), con edades comprendidas entre los 19 y 57 años. La mayoría fueron captadas siendo menores de edad. Diez de las entrevistadas fueron víctimas de violencia sexual siendo menores de edad.
Seis de ellas continúan en el sistema prostitucional para mantener a sus familias y porque no disponen de otras alternativas. Todas ellas presentaban problemas de salud, estrés postraumático, depresiones, problemas de piel, insomnio, depresiones. Ninguna mujer ha manifestado intención de querer seguir en la prostitución.
Los factores de reclutamiento tuvieron que ver con la vulnerabilidad económica, familiar y afectiva y con la violencia machista, especialmente la sexual. Muchas de ellas fueron captadas por las redes con la complicidad de sus familias y entornos. Todas las mujeres que fueron tratadas siendo menores de edad habían sufrido violencia sexual bien por parte de sus familiares, amistades o personas cercanas.