Antonio Quesada, vocal de la junta directiva de la Asociación de Apicultores de Gran Canaria (Apigranca), señala que se trata de un sistema de sensores que permite saber lo que sucede en el interior.
El proyecto Apiotcan, desarrollado en su totalidad en la isla de Gran Canaria, permite el control remoto de colmenas. Se trata, indica Antonio Quesada, vocal de la junta directiva de la Asociación de Apicultores de Gran Canaria (Apigranca), de sensores ubicados en las colmenas para saber lo que ocurre sin necesidad de abrirla y ocasionarles estrés.
El sistema mide la temperatura interior en la colmena, la humedad, el sonido, la vibración y el peso de cada colmena que será enviado a un equipo central que a su vez reenviará por wifi o red telefónica los datos a un servidor en internet para que el apicultor la pueda ver en cualquier dispositivo. Además esta unidad central medirá distintos parámetros ambientales, comportándose como estación meteorológica al medir la temperatura, humedad, luminosidad y pluviometría en el apiario.
Abaratar los costes
Productos similares se comercializan, pero con un coste de hasta 600 euros por unidad para cada colmena. Por las condiciones de los apicultores canarios, casi siempre individuales, pensaron en abaratar el sistema, de tal forma que el sistema pueda aplicarse al mismo tiempo a granjas completas.