Los periodistas Francisco Javier Chavanel, Mario Alonso y Javier Moreno debaten sobre el insulto que se ha puesto de moda en toda España gracias al senador Asier Antona.
La cuestión es: al decir a alguien “pollaboba” estamos señalando lo mismo que una persona peninsular podría significar con “gilipollas” o se trata de algo distinto? El consenso entre los periodistas es que no se trata de palabras distintas para referirse a la misma cosa, sino de dos aspectos diferentes de la estupidez. “Pollaboba” es una forma canaria de ser que solo pueden practicar los autóctonos.
La agresividad de las expresiones
Al parecer, el uso de la palabra “pollaboba” es más cariñoso que el de “gilipollas” pues, según pone Mario Alonso de relieve, la “g” de la segunda la hace ser una expresión “más agresiva”. En cualquier caso, ambas tienen mucho en común, pues hacen referencia a cierta incapacidad o “patosidad” a la hora de hacer las cosas, que es lo que quiso decir el senador Asier Antona respecto del ministro de Consumo, Alberto Garzón.
Sin embargo, todos recuerdan que el propio Antona, y su estelar aparición en calzoncillos durante una videollamada, tal vez también lo acredita como posible destinatario de la palabra en cuestión.